El emprendimiento femenino está en constante crecimiento, de hecho, es una respuesta para la inserción en la sociedad productiva de un género que, por diversas razones históricas y culturales, se ha visto relegada del ámbito productivo. Hoy en día, representa una valiosa contribución a la sociedad. Sin embargo, este camino no está exento de desafíos, y la frustración puede convertirse en un factor de desequilibrio en la salud mental de las mujeres emprendedoras. En este artículo, analizaremos cómo la frustración puede afectar la salud mental las mujeres que como tú decidieron dar un salto a la autorrealización y te presentaré algunas recomendaciones para cuidar y mejorar tu bienestar emocional.
La frustración es una emoción natural y está íntimamente relacionada con la capacidad de masticación de aquello que no salió tal cual lo esperábamos. De no saber, la respuesta ante aquello que no controlamos. Siendo un aspecto común en el ámbito de todo emprendimiento. No es más que el manejo ante la incertidumbre.
Es sin duda, la frustración un gran disparador de huellas, ante la imposibilidad de alcanzar lo que se desea, en la manera que se esperaba, con el tiempo y la velocidad que se deseaba; viene el gran sentimiento de frustración, al llegar allí, se experimentan sensaciones y emociones que están íntimamente ligadas a tu historia familiar. En el fondo no hace más que reavivar el fuego del miedo, que si se deja aumentar consume tus sueños. Y comienza hacer juego emocional con la herida infantil, ante el miedo. Las respuestas humanas son huida, congelamiento o enfrentamiento. Si, desconoces tu manera de responder ante el miedo, comienza el bucle mental que termina en ansiedad, depresión, angustia, manifestación de la neurosis.
Entonces la gran pregunta: ¿Qué pasa en tí cuando te frustras? Esta respuesta te va a permitir conocerte ante la frustración y ahondar en tu autoconocimiento y sentir, mirar qué puedes elegir ante eso.
Acompañando a mujeres emprendedoras, ha sido evidente para mí algunos desafíos comunes que pueden enfrentar y que contribuyen a la frustración: a) Expectativas poco realistas, Las mujeres emprendedoras suelen albergar grandes panoramas sobre sus proyectos y metas. Cuando las cosas no se desarrollan como esperaban, pueden experimentar sentimientos de decepción y frustración. b) Sobrecarga y desequilibrio, el emprendimiento conlleva una carga horaria de trabajo, que en muchos casos duplican las jornadas laborales establecidas en las diferentes leyes y con ello un aumento sin límites de las responsabilidades. Adicionalmente, las mujeres emprendedoras a menudo se ven en la encrucijada de equilibrar estas demandas con las obligaciones familiares y personales, lo que puede generar agotamiento emocional y estrés. Consecuencia de la asunción de roles de crianza y hogar basada solo en la mujer. c) Aumento de la autoexigencia, mayormente esa orientación al logro que posee la mujer emprendedora, que es un rasgo que la impulsa al avance, va de la mano con la tirana interna, la voz que castiga y aumenta el nivel de la perfección en los roles. Ya no solo, en el ámbito laboral, sino en los demás que estima realizar de manera eficiente. Desconectada de su cuerpo, bajo el lema: YO PUEDO CON TODO. e) Falta de apoyo y recursos, la falta de redes de apoyo sólidas y de acceso a recursos adecuados puede aumentar la sensación de frustración. Las mujeres emprendedoras mayormente pueden sentirse solas y sin recursos para superar los desafíos que se les presentan.
¿Qué hacer para cuidar la Salud Mental?
Si bien la frustración es inevitable en el camino del emprendimiento, es importante cuidar tu salud mental. Aquí hay algunas estrategias clave para lograrlo: a) Practicar la autocompasión, reconocer y aceptar tus emociones, sin juzgarse duramente, es esencial para mantener una salud mental óptima. Perdonarse a sí misma por los errores y aprender de ellos fomentará la resiliencia y el crecimiento personal. b) Cultivar una red de apoyo sólida, buscar y conectar con otras mujeres emprendedoras puede brindar un espacio para compartir experiencias, consejos y apoyo mutuo. Participar en comunidades de emprendimiento y establecer relaciones significativas puede ayudar a enfrentar la frustración de manera más efectiva. c) Establecer límites y priorizar el autocuidado, fundamental establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal. Tomar descansos regulares, dedicar tiempo para actividades de bienestar y cuidar la salud física con ejercicio y una alimentación equilibrada son aspectos clave para mantener una buena salud mental.
La frustración puede ser un desafío constante en el camino del emprendimiento femenino. Sin embargo, al practicar la autocompasión, buscar apoyo, conocer tu ritmo para manejar tu energía, establecer límites y cuidar de sí mismas, puede ayudarte a prosperar en tu viaje de emprendedora: mantener un balance saludable en tu vida. Emprender es un camino de crecimiento, el alma femenina es de nutrición, cuando sabes cómo nutrirte a ti misma, a todo desafío se le puede quitar la máscara del miedo, que solo esconde la luz de tu ser. El mundo espera por tu luz.